El láser capilar o LLLT (Low Level Light Therapy) es un tratamiento que aplica luz láser de baja potencia sobre las zonas despobladas para reactivar el crecimiento del pelo. La luz roja atraviesa la superficie de la piel actuando sobre los tejidos del cuero cabelludo. Al mejorar la circulación sanguínea revitaliza los folículos pilosos y favorece la llegada de oxígeno y otros nutrientes, Además, ayuda a eliminar toxinas y estimula la producción del cabello.
Se aplica con un dispositivo de luz láser a baja intensidad manteniendo el calor a una distancia del cuero cabelludo. Cada sesión dura 20-30 minutos. Es un tratamiento no invasivo, indoloro y sin efectos secundarios que sirve para tratar la alopecia o androgenética en sus primeros grados como una primera opción antes de recurrir a la cirugía. No requiere de intervención quirúrgica y es indoloro. Esta técnica se puede aplicar tanto en hombres y mujeres y es una alternativa para aquellas personas en las que no responden o no son aptas a tratamientos con fármacos. El láser capilar puede aplicarse de forma aislada para mejorar la calidad del cabello que aún existe y prevenir la caída. Pero es aún más recomendable como complemento para potenciar el efecto de otros tratamientos o después de un injerto capilar ya que tiene una acción antiinflamatoria y estimula el cabello trasplantado. El tratamiento capilar con láser se realiza en varias sesiones siendo los resultados visibles a partir de la tercera sesión. La caída del cabello disminuye, aumenta la densidad del cabello y mejora la textura del nuevo cabello.