La incurvación del pene o la enfermedad de Peyronie ocurre cuando una placa (cicatriz) se desarrolla en los cuerpos cavernosos y/o en la túnica albugínea que los rodea. La zona donde se produce la cicatriz (fibrosis) pierde la elasticidad, por lo que no se estira cuando se rellenan los cuerpos cavernosos y por lo tanto el pene se dobla hacia la dirección de la cicatriz. Esto puede provocar dolor e incomodidad durante la erección presentando dificultades durante el acto sexual o en casos severos, hacerlo casi imposible. También puede producirse un acortamiento o estrechamiento del pene e impotencia o descenso de la erección. Se desconoce con certeza el origen de la enfermedad, pero su prevalencia se estima en el 1 % de la población masculina soliendo manifestarse en torno a los 50 años. Existen varios tratamientos quirúrgicos y farmacológicos, que suelen indicarse en la fase temprana de la enfermedad, aunque éstos últimos sin gran eficacia.